Investigan si «Morenita» Marín se fugó por amenazas de narcos
Se ordenó la captura nacional e internacional del correntino que vivía protegido y con otra identidad.
Federico «Morenita» Marín es buscado por todo el país y también de manera internacional, tras una orden de captura librada por el Tribunal Oral Federal (TOF) de Buenos Aires Nº 3, luego de que no regresara a la casa donde permanecía bajo la figura de protección de testigos y con una identidad diferente.
Desde el pasado martes que su paradero es un enigma, y hasta se anunció que pedirán la colaboración de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol.
A partir del hecho, los investigadores manejan dos hipótesis: la primera es que volvió a fugarse para alejarse del régimen judicial, y la segunda -a la cual le dan mayor asidero- es que decidió perderse en el anonimato por temor a otras bandas narcos que pudieran atentar contra su vida y la de su familia, ya que es una persona que tiene mucha información del manejo criminal.
Algo que removió el avispero fue la denuncia del abogado y exjefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, defensor de uno de los secretarios imputados, Federico Grau. Afirmó que Marín se encontraba bajo el régimen de protección de testigos debido a que con su testimonio fue clave para procesar y llevar a juicio a intendentes, policías, gendarmes, abogados y a hasta un exjuez federal de Corrientes, junto a dos de sus secretarios.
En sus declaraciones, Aníbal Ibarra develó la supuesta nueva identidad con la que vivía Marín, que sería Renzo Jesús Molina.
«Está nombrado en la causa como narcotraficante y tiene varias conversaciones con miembros de la banda, en las que aparece comercializando o interviniendo en el tráfico de drogas», aseguró el abogado.
En cuanto a las amenazas de bandas narcos, se supo que dieron a conocer su nueva identidad tras lo cual Marín habría advertido seguimientos fuera de su casa y frente a esa situación advirtió tener miedo por su seguridad y la de su familia.
En octubre de 2021, Marín fue condenado a ocho años de prisión como organizador de diversas maniobras de narcotráfico. Tenía su base logística en Itatí, puerta de entrada de la marihuana.
«No sabemos si se fue por decisión de él o alguien le hizo algo. Varios se la tenían jurada», advirtió un investigador.