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«Disparé por bronca»: el testimonio del policía que mató a la joven correntina

Rodrigo Delgado reconoció ante el fiscal que disparó por bronca, porque lo habían echado del lugar. Pero afirmó que no tuvo "intención de matar" y pidió perdón a la familia de Agustina Galarza.

El policía acusado de matar de dos balazos a la joven correntina Agustina Galarza, de 20 años, al tirotear el frente de una casa de la ciudad bonaerense Bahía Blanca en la que se celebraba un cumpleaños reconoció ayer ante el fiscal de la causa que disparó porque sintió bronca tras haber sido golpeado durante esa fiesta, pero que su intención «no fue matar a nadie», informaron fuentes judiciales.

Se trata de Rodrigo Delgado (32), quien fue indagado por el fiscal de Homicidios bahiense, Jorge Viego, que lo imputó por «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» de Agustina Galarza (20), cometido el domingo último.

Fuentes judiciales informaron a Télam que el efectivo -al momento del hecho estaba de licencia por vacaciones- fue asistido por dos abogados particulares durante la indagatoria que se llevó a cabo en los tribunales ubicados en la calle Estomba 127 del centro de Bahía Blanca.

«Reconoció el hecho conforme que estaba probado por un testigo que ya declaró y estaba junto a él», explicó a Télam un vocero judicial.

De acuerdo con el informante, el policía «sostuvo en la audiencia que había ido a disparar por la bronca que le había causado tanto a él como a su hermano haber sido golpeados en esa fiesta de cumpleaños y que su intención no fue la de matar a nadie».

Según Delgado, realizó los disparos sobre el portón de la vivienda porque pensó que en ese sector no había nadie. Dijo que después, se subió al auto en el que había llegado y se acostó a dormir.

«Nunca creí que había lastimado a nadie, estoy re arrepentido de todo esto.  Fue un momento de locura que ni yo me reconozco de lo que hice. Jamás tuve una reacción así», expuso ante el fiscal Jorge Viego.

Cuando lo despertó el padre con la Policía, no entendía qué pasaba. «Le dije que no recordaba bien. Cuando mi padre me dice que había una chica fallecida, en ese momento caí en lo que había hecho», declaró Delgado, asistido por los abogados Leonardo Gómez Talamoni y Bárbara Sager.

Tras la audiencia, que duró menos de una hora, Delgado fue retirado con una fuerte custodia y a cara descubierta de la sede de la fiscalía y antes de ser introducido en un patrullero pidió «perdón a la familia», en referencia a los Galarza.

En tanto, el fiscal Viego dispuso que Mauro, el hermano del policía que había sido detenido por encubrimiento, recupere la libertad.

El instructor judicial había manifestado previamente que en uno de los bolsillos de la campera del efectivo preso «se secuestraron cuatro vainas pertenecientes a una (pistola calibre) nueve milímetros» y que en la escena del crimen se hallaron vainas del mismo calibre y plomos.

«El arma no fue secuestrada. Se hicieron dos allanamientos de urgencia y una requisa del vehículo, pero no fue hallada», explicó el fiscal.

«Lo que tenemos por los testimonios es que esta persona (por Delgado) junto con otras dos más fueron echadas de los festejos que se estaban realizando en el lugar y, a los quince minutos, vuelven a bordo del vehículo y comienzan a disparar hacia el frente del domicilio», contó Viego.

El fiscal detalló que la víctima recibió dos impactos «al nivel de la decimosegunda vértebra por la espalda y otro por el sector de axila posterior izquierda, que salió por axila derecha», que le provocaron la muerte poco después.

El hecho

El hecho ocurrió el domingo por la mañana en una vivienda ubicada en Darregueira al 2500, de Bahía Blanca, en la zona sur de la provincia de Buenos Aires, adonde varias personas participaban de un festejo de cumpleaños.

Una fuente policial detalló a Télam que luego de una discusión, tres de los invitados, entre ellos el policía y su hermano, fueron echados del lugar en estado de ebriedad, tras lo cual, se produjeron los disparos contra el frente de la casa que impactaron en Agustina, quien se encontraba en el interior del inmueble junto con su hermana.

Facundo Sepúlveda, el dueño de la vivienda que festejaba su cumpleaños 26, contó a la prensa que «las balas entraron por el portón» de su casa y que dieron en la víctima cuando «estaba tomando un vaso de fernet».

Fuente: El Litoral

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