Polipartero de Manantiales: «Mis abuelos me contaban que en el campo había nacimientos así, nunca pensé que lo iba a vivir»
Guillermo Franco es oriundo de Manantiales, Mburucuyá ,y junto a un compañero, Mario Martínez, son oficiales de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Inesperadamente, tuvieron que oficiar de parteros y ayudar a una mujer a dar a luz en domicilio. "Fue algo inexplicable, colaboramos mucho con la mamá. Recibir las felicitaciones de los propios médicos nos puso más que contentos", relató.

Guillermo Franco (28) y Mario Martínez fueron noticia ayer, tras recibir las felicitaciones del propio Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por «su vocación y compromiso» en la asistencia a una mujer que dio a luz en su domicilio.
En diálogo con Radio Dos, Guillermo Franco contó sobre el momento inesperado que debió afrontar pero que tuvo un final feliz. Comentó que un llamado al 911 dio cuenta de una mujer con contracciones en su domicilio. «Estábamos próximos al lugar así que fuimos a colaborar con la femenino. Habíamos solicitado la ambulancia del SAME y nos habían informado que estaban con demoras así que nos tuvimos que arremangar con mi compañero y colaboramos para que diera a luz», inició el relato Guillermo.
«Gracias a Dios todo fue muy bien. Fue un momento maravilloso. Estoy muy, muy contento y solo hubo palabras de agradecimiento y de mucha felicidad», resaltó.
Consultado sobre cómo fue vivir ese momento de la llegada de un bebé al mundo, el policía describió «fue un momento único, un momento maravilloso. Mis abuelos siempre contaban que en el campo había nacimientos así. Las parteras concurrían a cada domicilio. Eso para mí quedaba como un simple cuento y no creía, con la tecnología que hay hoy por hoy, experimentar ese momento»
«Experimenté y no es lo mismo a que te cuenten a vivirlo y fue una sensación hermosa, más cuando todo sale bien», remarcó Guillermo. «Fui felicitado por mucha gente por un buen accionar», precisó.
«Sinceramente fue inexplicable todo. Colaboramos mucho con la mamá, fue un parto normal, muy bien y después de todo el trabajo que pudimos hacer, fuimos al hospital más cercano al lugar para que puedan ser revisados tanto la mamá como el bebé», contó. «Recibimos las felicitaciones de los propios médicos profesionales, eso nos puso más que contentos porque todo salió bien gracias a Dios», destacó.
«Estoy muy agradecido a la vida por esta oportunidad. No fue nuestra intención nunca de que se viralizara tanto. Siempre el objetivo principal es que todo saliera bien», confesó. «Me siento una persona bendecida. Recién empiezo a caer en la realidad».
Entre las casualidades, el polipartero contó «la mamá más que agradecida porque justamente me contaba que su abuelo se llamaba como yo «Guillermo Franco». Entonces es imposible olvidar este hecho más con la coincidencia de que mi abuelo también se llamaba así», expresó.
Sobre su vida, compartió «vengo de una familia humilde y educada que me enseñó muchos valores», sostuvo.
Asimismo dijo que «cuando terminé la secundaria mi mamá me dijo «tomá, te merecés unas vacaciones en Buenos Aires. Vine y resulta que me quedé, me quedé y empecé a laburar acá y le quería dar un valor al título secundario y que sea una llave para abrir puertas. Me inscribí par entrar en la Policía Federal , rendí, salí bien, egresé como Federal y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires en el 2017 me absorvió», detalló. «Me toca la zona de Villa Crespo, la Comisaría Vecinal 15 B», aseveró.
«La tierra siempre llama»
El joven oficial manantialero contó que siempre regresa a su tierra natal a visitar a sus seres queridos. «Tengo toda mi familia allá. Mis papás, mis abuelos, todos están en el paraje de Manantiales. Uno puede estar muchos años en otros lugares, pero la tierra llama», expresó.
Contó «ejecuto el acordeón. Soy chamamecero. Siempre voy al pueblo al Auténtico Festival del Chamamé de Mburucuyá», detalló.
Desde La Dos destacaron que Guillermo no peridó su tonada «correntina» a lo que contó «me gusta juntarme mucho con gente de mi provincia. Estoy rodeado de porteños pero me junto siempre con gente de mi provincia. Siempre que voy a alguna juntada con los copañeros, llevo mi acordeón», compartió. «Es imposible perder la forma de hablar porque, quizás yo no lo sienta, pero cuando mando un audio por WhasApp, es identificable».
Por otra parte dijo que tras el parto era su último día laboral, «ahora estoy de vacaciones y ya me están esperando» contó ya que se viene para Mburucuyá.
Fuente: Diario Época