Familia

Una correntina llegó a la mayor jerarquía de conductores navales del país

Nacida en una familia amante de las aguas y los barcos, es una de las primeras mujeres en conseguir este título.

Cintia Sosa es correntina y hace 9 años que es oficial de máquinas navales. En los últimos días recibió el ascenso a conductora superior y se convirtió en una de las primeras mujeres del país en conseguir este título.

Cintia nació en Saladas y desde muy chica estuvo rodeada de barcos, su abuelo era capitán de cubierta y su papá patrón de remolcador, más tarde sus hermanos varones seguirán la misma pasión y se convertirían uno en capitán y el otro en marinero.

Pero para ella seguir ese «camino trazado» no fue fácil y tuvo que superar sus propias turbulencias antes de convertirse, junto a su compañera de estudio Analia Vázques, en las primeras mujeres en alcanzar la jerarquía más alta, en el país, de conductores navales.

Una correntina llegó a la mayor jerarquía de conductores navales del país

A los 19 años, Cintia quedó embarazada y tuvo que postergar sus sueños. Se recibió de enfermera y trabajó en la cárcel durante 5 años,  «yo estaba trabajando ahí pero nunca me gustó, veía que mis hermanos avanzaban y yo estaba ahí, no tenía futuro con mi sueldo»,  cuenta.

Pasaron los años y cuando creyó que no iba a lograr lo que tanto anhelaba, su hermano le avisó que se extendió el límite de edad para entrar en la Escuela Nacional Fluvial pero tuvo miedo,»dude un montón en irme, mi hija habrá tenido 4 años en ese momento», recuerda.

Una correntina llegó a la mayor jerarquía de conductores navales del país

 

Cintia cuenta que no se arrepiente de sus decisiones por lo que logró gracias a ellas. A pesar del miedo y la incertidumbre, a los 26 años se arriesgó. Se fue a vivir sola a Buenos Aires, lejos de su hija, su papá había fallecido y su hermano más chico tuvo que ayudarla con la carrera.

 

Hoy reflexiona:  «Amo mi profesión, es muy apasionante estar a cargo de motores tan grandes y la máquina de un barco en general, porque no son solo los motores, el maquinista es el corazón del barco encargado de todo el mantenimiento en general».

Una correntina llegó a la mayor jerarquía de conductores navales del país

 

Gracias a la garra y la perseverancia, esta mujer vive de lo que ama, pudo comprarse su casa y su hija está en segundo año de la facultad de Medicina en Santo Tomé.

Cintia les habla a todas las mujeres que quieran entrar a ese «mundo de hombres»:  «Les diría que se animen, que es hermoso, navegar es una pasión. Que elijan la máquina si les gustan los fierros, a veces no se necesita fuerza sino inteligencia»,  sostiene.

Asegura que la presencia femenina va ganando cada vez más terreno en el ámbito. Y cierra con otro sueño por cumplir:»Espero que pronto en los barcos haya más mujeres que se animen a vivir esta aventura».

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Fuente: El Litoral

 

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