¿Qué piensan los gatos de los humanos?
Un experto en la conducta de los felinos analizó al animal y sacó varias conclusiones interesantes
Los gatos son uno de los animales más misteriosos que siempre han suscitado un interés especial en los humanos. Desde tiempos inmemorables, la humanidad ha estado enamorada de los fascinantes felinos, pero cuesta entenderlos. Su carácter reflexivo e independiente es muy distinto a otros animales domésticos como los perros. Por ello, numerosos estudios han estudiado el comportamiento de los gatos para averiguar cómo debemos actuar con ellos.
John Bradshaw, un experto en conducta gatuna de la Universidad de Bristol y autor del libro Cat Sense (En la mente de un gato), analizó a los gatos domésticos durante varios años y compartió sus conclusiones con ‘National Geographic’.
Los gatos no nos entienden igual que los perros
Muchos que deciden tener un gato como mascota, tratan a estos felinos como si fueran un perro. Pero, ambos animales domésticos son muy diferentes entre ellos. No podemos esperar que reaccionen igual ante nosotros.
John Bradshaw explicó esta diferencia con una conclusión que sacó muy interesante. Para empezar, los perros nos perciben como una especie distinta a ellos y esto se nota cuando ven a un humano, porque el animal cambia su comportamiento: por ejemplo, los perros no juegan con los humanos igual que lo hacen con otro perro.
En cambio, los gatos no parece que nos consideren una especia distinta. Su conducta hacia nosotros no presenta diferencias con la que emplean con otro gato. La forma en que levantan la cola, de frotarse con nuestras piernas, cómo juguetean, que se sienten al lado… Son idénticas a cómo lo hacen con otros felinos.
No nos consideran tontos
A veces, nos puede dar la sensación de que el animal nos mira con desdén, como si pensara que somos tontos, pero no es así. El autor señaló que, para los gatos, no somos estúpidos, pero sí torpes. Afirma que, como el animal se comporta con nosotros como si fuéramos uno de ellos, les parece extraño algunas cosas propias de los humanos, como el hecho de tropezarnos con ellos, ya que es algo que los felinos nunca lo harían.
Lo que más le sorprendió: el estrés del animal
Bradshaw destacó que lo que más le sorprendió es el enorme estrés que pueden sufrir los gatos sin que su dueño se dé cuenta. Por ejemplo, se cree que los felinos se llevan mal con los perros, pero no con otro gato, y eso no es del todo cierto. Muchos gatos, entre ellos, no se llevan bien y no están cómodos, a pesar de ser de la misma especie, y eso les crea estrés.
Por eso mismo, el autor defiendió que la mayoría de las visitas al veterinario extraordinarias se deben a que el animal sufre heridas tras una pelea con otro gato y que, casualmente, los felinos cada vez padecen más dermatitis y cistitis: problemas relacionados con el estrés psicológico.
Los gatos son más listos de lo que creemos
Podríamos pensar que los gatos no se dan cuenta de muchas cosas, pero no es así. El autor garantizó que son mucho más listos de lo que creemos y que se fijan en nuestro comportamiento. De manera que, es habitual que algunos traten de manera especial a uno de sus dueños si este suele reaccionar ante sus maullidos y darle lo que quiere.