Ley de alquileres: entre los fantasmas de la derogación, su suspensión y los aumentos que vienen
La ley de alquileres volvió a la agenda política. El Gobierno busca la forma de paliar la crisis habitacional que generó un mercado con contratos que aumentaron casi 250 por ciento desde la sanción de la norma en junio del 2020 y la amenaza de alcanzar subas de tres dígitos en el corto plazo, en un escenario con alta demanda y listas de espera.
La decisión de derogar la norma la tomaron en el almuerzo que compartieron el propio presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa. Ambos habrían coincidido en que esa ley “no da para más”. La intención sería modificar, por medio de un decreto de necesidad y urgencia, la legislación actual que fue aprobada por Diputados a fines de 2019, durante el Gobierno de Macri, y sancionada en el Senado durante la gestión de Alberto Fernández.
En el caso de que se concrete, los cambios que analizaría el Gobierno son suspender la ley por 180 días con un DNU que restablezca la legislación anterior y sumaría algunos beneficios impositivos para los propietarios que destinen sus departamentos al mercado de los alquileres: la renta del negocio no pagaría Ganancias y la propiedad estará exenta de Bienes Personales. El objetivo es claro: aumentar la oferta en alquiler, hoy en el mínimo histórico.