Premiaron un proyecto correntino para reutilizar la cáscara de arroz
Un proyecto correntino compitió con más de ochenta trabajos de todo el país y calificó en primer lugar en la convocatoria realizada por el Consejo Federal de Inversiones. Se trata de una iniciativa industrial para reutilizar la cáscara de arroz.

Con la gestión de la Subsecretaría de Hacienda de Corrientes, a cargo de Patricio Carando en su rol de representante provincial ante el CFI, un proyecto industrial correntino participó y ganó en una convocatoria del Consejo Federal de Inversiones (CFI). Esta propuesta calificó primera en una competencia entre más de ochenta de todo el país.
Correntinos presentaron y compitieron con éxito con el proyecto denominado «Desarrollo de placas con cáscaras de arroz». La propuesta, presentada por Exequiel Vargas, Melanie Gabur, Celeste Zárate, Federico García y César Ledesma, calificó en primer lugar en la terna elegida, después de competir con otras ochenta presentaciones, y ganaron el derecho a la financiación para su desarrollo y posterior ejecución por parte del CFI.
La convocatoria se realizó en el marco del programa federal Gestión para el Desarrollo del CFI, que en Corrientes se articula con la Subsecretaría de Hacienda desde donde se busca aportar perspectivas y herramientas modernas de gestión para trabajar colaborativamente en la generación de proyectos innovadores que den respuestas concretas a los desafíos actuales.

DETALLES
El proyecto correntino «Desarrollo de placas con cáscaras de arroz», que ganó la convocatoria del CFI, en el programa Gestión para el Desarrollo, busca capitalizar la cáscara de arroz.
La provincia de Corrientes aporta cerca del 50% de los 1.6 millones de toneladas de arroz que se produce en Argentina. El 20% se termina transformándose en cáscaras de arroz.
La propuesta, entonces, impulsa utilizar la cáscara para el desarrollo de placas aislantes térmicas destinadas a la construcción de obras civiles más sustentables y amigables con el medio ambiente.
El alto contenido de sílice en la cáscara de arroz limita enormemente los potenciales usos, ya que al ser componente contaminante producen una serie de impactos negativos en el medio ambiente.
La utilización de la cáscara para placas es, en este contexto, una alternativa positiva para disminuir su impacto negativo y además, permitirá construcciones más eficientes desde el punto de vista térmico.
Además, se transforma en provisión de material prima local, disminuyendo costos asociados a la logística en las construcciones, dicho desarrollo podría ser un gran generador de mano de obra correntina.
Fuente: Diario Época