Detienen en Corrientes a una mujer condenada a perpetua por participar del crimen de su nuera
Una mujer de 56 años que había sido condenada a prisión perpetua junto a su hijo por el femicidio en agosto del 2021 de la pareja de él, Stella Maris Ramírez, en el partido bonaerense de Zárate, fue detenida hoy luego que la Cámara de Garantías Penal rechazara un pedido de la defensa para que permanezca en libertad, informaron fuentes judiciales y policiales.
Se trata de Amelia Itatí Lezcano (56), a quien el pasado 29 de junio el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Zárate, integrado por los jueces Federico Daniel Martinengo, Guillermo Miguel Guehenneuf y Gustavo Gabriel Pérez, halló culpable junto a su hijo Carlos Hernán Entivero (39) del femicidio de la joven de 26 años.
En el fallo, los jueces permitieron que la condenada siga en libertad hasta que la pena quede firme.
Fuentes judiciales y policiales informaron a Télam que el TOC 1 le había permitido a Lezcano permanecer en libertad durante el debate, ya que «siempre estuvo a derecho» en la causa, pero el 13 de julio último y a pedido del fiscal Alberto Gutiérrez ordenó que comience a cumplir su pena en una unidad carcelaria, afirmaron los voceros.
Sin embargo, la defensa de Lezcano apeló la medida que ahora fue rechazada por la Cámara de Garantías de Zárate – Campana, por lo que se ordenó su captura.
La detención fue concretada ayer en la localidad correntina de San Pedro por efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de dicha jurisdicción, en forma conjunta con personal policial de esa provincia del litoral, y la mujer quedará bajo custodia del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
En tanto, Entivero, el otro condenado, está detenido por este hecho desde agosto de 2019 y permanece alojado en la Unidad Penal 3 de San Nicolás.
El debate que condenó a madre e hijo a prisión perpetua comenzó el 31 de mayo pasado en los tribunales de Zárate, tras posponerse en varias ocasiones a causa de la pandemia de coronavirus.
En el mismo, tanto Lezcano como Entivero fueron considerados coautores del delito de «homicidio doblemente calificado por tratarse la víctima de una persona con quien uno de los autores mantenía una relación de pareja conviviente y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género» en perjuicio de Stella Maris, quien era la pareja del hombre, con el que tenía un hijo en común.
De acuerdo a la investigación, la joven desapareció el 2 de agosto de 2019, aunque la denuncia se hizo recién el 13 de ese mes, cuando su familia se enteró de la situación a través de amigas y vecinas de la joven.
En tanto, voluntarios de la Brigada Canina K9 de Campana, junto a personal de diversas dependencias policiales de la zona y de Policía Científica, llevaron a cabo rastrillajes en la zona de Lima y alrededores.
En la casa de la joven, los pesquisas hallaron mediante el reactivo luminol rastros de sangre en la pared de una habitación, en la parte trasera de una camioneta y en el lavarropas; además de tomar muestras para ser analizadas con el fin de determinar si pertenecían a la desaparecida.
Ante esta situación, el fiscal Gutiérrez pidió la detención de Entivero y Lezcano, quien luego sería excarcelada.
Finalmente, el cadáver decapitado de Stella Maris fue encontrado el 21 de agosto de 2019 a tres kilómetros de la orilla del Club de Pesca de la localidad de Lima, partido de Zárate.
De acuerdo con la pesquisa, «en dichas circunstancias y mediando un contexto de violencia de género», el hombre le «profirió gritos y propinó golpes contra la humanidad de Stella, en especial, empujándola contra la pared medianera y efectuándole golpes en otras partes del cuerpo y aún, encontrándose con vida la nombrada, los imputados esperaron hasta su mortal deceso para luego trasladarla fuera de la casa, procediendo a limpiar los rastros que dejó el suceso criminoso».
El fiscal Gutiérrez determinó que los acusados «se deshicieron de pruebas fundamentales como ser el teléfono celular de la víctima y las prendas que usaba habitualmente, así como también, lavaron sus propias vestimentas y aquellas que tenían rastros de la occisa, mientras que a otras prendas las quemaron en el fondo de la casa».
Fuente: Télam