La novia del militar que murió en Corrientes contó detalles de esa noche
Valentina reveló detalles del accionar de los oficiales implicados en la “fiesta de iniciación”. Once de ellos fueron suspendidos y la Justicia busca esclarecer el caso.
Valentina conserva en su celular el último mensaje que recibió de su novio, Matías Chirino. Eran las 20:00 del sábado 18 y el joven subteniente le avisaba que había llegado al destacamento del Grupo de Artillería Monte 3 de Paso de los Libres, Corrientes.
Matías no estaba solo. Lo acompañaban otros dos oficiales recién recibidos que habían coincidido con la víctima durante sus estudios en el Colegio Militar de El Palomar. Los tres cargabanvarias bolsas con carne, bebidas y cigarrillos, los elementos presuntamente requeridos por oficiales de mayor rango para el ritual de iniciación.
Lo que iba a ser el “bautismo” de Matías en el Ejército Argentino fue, por el contrario, el camino hacia una muerte prematura y absurda.
La autopsia reveló que sufrió una broncoaspiración. Es decir, se ahogó con su propio vómito. El estudio precisó además que no tenía signos de violencia en el cuerpo. Sin embargo, su familia denuncia que fue víctima de una serie de maltratos que le costaron la vida.
Esto último es investigado por la Justicia federal de Paso de los Libres. La primera reacción del Ejército Argentino fue suspender a los 11 oficiales que participaron del asado trágico, incluso a los dos que junto con Matías se estaban sumando a las tareas en el destacamento correntino.
Este miércoles, un jefe de región del Ejército Argentino presentó una denuncia penal en la Fiscalía Federal de Paso de Libres y denunció a esos 11 oficiales por abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionarios público y abandono de persona.
Los chats que forman parte de la investigación: “En el grupo de WhatsApp ya se dirigían a Matías despectivamente”
“Los chicos se tenían que presentar el domingo a la mañana. Estaba previsto que el lunes empezaran con sus actividades, pero un oficial le escribió el jueves a Matías por privado y le pidió que se presentaran el sábado”, cuenta la novia en diálogo con TN. “Le dijo que era para organizarse mejor y le comentó que su habitación estaba lista”, agregó.
Según el relato de Valentina, el sábado Matías fue invitado al grupo de WhatsAppc onformado por los oficiales que cumplían funciones en el Grupo de Artillería Monte 3: “Ahí le dicen que él y los otros dos chicos tenían que invitar a todos a una cena”.
El joven subteniente nacido y criado en Holmberg, Río Cuarto -Córdoba- no solo sabía que ese momento iba a llegar, sino que ya tenía contemplado gastar “la mitad del sueldo” en su celebración de bienvenida.
Cuenta la joven de 21 años que los maltratos comenzaron en ese chat.
“En el grupo ya se dirigían a él despectivamente. Matías, siempre muy educado, les ofreció comprar asado. Y los otros oficiales le empezaron a exigir bebidas puntuales», dijo.
Se las iban detallando: cerveza Corona, whisky Jack Daniel’s, vino Rutini, fernet Branca”, narra. “Hasta le decían qué cigarrillos tenía que comprarles a cada uno”.
Matías se sintió perturbado, pero asintió las exigencias. Después de todo, era el “nuevo”. Tras haberse recibido de subteniente en diciembre, tenía previsto permanecer hasta fin de año en el GA Monte 3.
No quería, de entrada, desobedecer a los superiores con los que iba a tratar durante los próximos meses.
Los últimos minutos del subteniente muerto en Corrientes: “Los compañeros no recuerdan en qué estado llegó a la habitación”
“La última vez que hablé con él, el sábado, fue breve. Me dijo que estaba ocupado comprando la carne y la picada, que lo disculpara por no poder hablar más. Estaba muy nervioso y me lo dijo. Pero al mismo tiempo, yo sé que estaba emocionado por empezar su carrera”, detalla Valentina.
Después de esa charla, la joven recibió un mensaje más: Matías le avisaba que había llegado al destacamento.
Luego, el inicio de la tragedia. “Les exigían tomar. Los oficiales de mayor rango les daban sus vasos y los obligaban a hacer ‘fondo blanco’ -vaciar el contenido del recipiente en una sola ingesta-. Matías tomaba fernet, pero no le gustaban el whisky ni el vino.Nunca lo vi mal por tomar, y salí mil veces con él a boliches”, señala.
Valentina cuenta que en el transcurso de la noche a Matías y sus dos compañeros “los hicieron meterse en la pileta helada y sucia. Y después les ordenaron que volvieran a vestirse de civiles”.
El consumo de alcohol, a esa hora, seguía su curso frenético: “Los compañeros no saben decir en qué estado llegó Matías a la habitación. Dicen que no lo recuerdan”.
El festejo terminó pasada la medianoche y, según una versión extraoficial atribuida a uno de los testigos, el subteniente muerto era “uno de los más lúcidos”.
La novia de Matías agrega:“Uno de los chicos, que ojalá pueda armarse de fuerzas y testificar, se levantó cuando a Matías le hacían maniobras de RCP en el piso”.
Valentina, próxima a recibirse de contadora, dice que con Matías planeaban convivir en Buenos Aires a partir del año que viene.
Los proyectos de una pareja joven y llena de sueños quedaron sepultados bajo un ritual trágico: “Me despedí de él hace unos días, pensando que en tres o cuatro semanas lo iba a volver a ver. Y ya no lo tengo más”.
“Él lo daba todo por el Ejército. Estoy destrozada. Quiero que se haga justicia y los responsables se hagan cargo de lo que hicieron. Que digan la verdad, que nos cuenten qué pasó”, concluye.
Fuente: El Litoral