El hecho comenzó con un accidente doméstico. Leila, la nena en cuestión, se cortó la nariz al caer sobre una jaula. Fue llevada a la Guardia del Hospital de Ituzaingó, donde le practicaron una curación que le está trayendo graves consecuencias.
El enfermero a cargo decidió usar La Gotita, un pegamento altamente abrasivo, para suturar la herida. Sin los cuidados del caso, el líquido penetró en el ojo y terminó pegando ambos párpados.
Vanos fueron los intentos para separarlos o derretir el pegamento instantáneo. Al otro día la madre aconsejada por una enfermera la llevó de urgencia a un centro médico de Posadas, Misiones, para su atención.
En la mañana de este miércoles, Leila aún continúa con el ojo pegado, y los médicos deberán intervenir quirúrgicamente para abrirlos, a la espera de saber si hubo compromiso ocular y de la vista.
Fuente: Norte de Corrientes
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