Es una costumbre ancestral para “ahuyentar los males del invierno”. También se asocia a la celebración del Día de la Pachamama.
Según la tradición, solo tres tragos en ayunas bastan para ahuyentar los males del invierno. Y en este invierno de pandemia y cuarentena, ¿a quién no le hace falta ahuyentar males? Será por eso que el ritual de tomar caña con ruda el 1° de agosto está más vigente que nunca después de más de dos siglos y se extiende a lo largo del país, aunque provenga del noreste argentino.
“Se hace para atajar el mal, la enfermedad y la miseria”, explica el antropólogo correntino José Humberto Miceli, que ubica el origen de la costumbre a finales del siglo XVII, fruto del encuentro entre los indígenas guaraníes y los colonizadores españoles.
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